domingo, 18 de diciembre de 2011

Mi ambición.


I

No sé, en qué momento deje los juguetes y empecé a codiciar el dinero, dulce castigo que de felicidad me llena, desde hace tiempo, mis juegos son trueques mas haya de los acuarelas entre libro de texto y sonrisas vacía, entendí que desde niño mi alma seria vacía.

II

La ambición en mi fue creciendo entre mas tenia mas quería, quería ser el dueño del mundo jugar a ser dios por un día, que hipocresía, en esa mente de niño, yo escondía aun loco que solo dinero quería.

III

Se pierde la inocencia cuando se vende la niñez y se compran los años, mientras los niños jugaban yo dinero ganaba, el sentido perdí por otro horizonte me fui para mí lo más importante era ganar, fue tanta mi ambición que el amor de mi vida vendí por una sonrisa falsa que me duro lo que dura un estornudo.

IV

 Entonces cuando llegas a viejo y lo tienes todo menos salud y juventud, entonces hay entendí que de nada me sirve el dinero si la única razón por la cual vivir, no era mía, y en mi cielo no hubieron mas luceros mira que gris es todo esto. 

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